
23 febrero, 2019
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¿QUÉ ES EL VPH?
EL VPH o virus del papiloma humano son grupos diversos de virus pertenecientes a la familia de los Papillomaviridae. El VPH representa una de las infecciones de transmisión sexual más comunes y prevalentes a nivel mundial.
TIPOS VIRALES:
Aunque este virus presente poder oncogénico (capaz de inducir la formación de tumores), no quiere decir que el contagio del virus vaya a desencadenar en neoplasia o cáncer de cuello de útero, por lo que estar infectado de VPH es una condición necesaria pero no suficiente.
Se conocen más de 100 tipos virales que, en relación a su patogenia oncológica, se clasifican en tipos de alto y de bajo riesgo oncológico.
SÍNTOMAS:
El VPH puede no manifestar síntomas y, en muchas personas, no llega a causar problemas de salud, ya que el virus es eliminado por el propio sistema inmune del organismo, es por ello que, la mayor parte de la gente infectada por VPH desconoce que lo está ya que la mayor parte de los tipos descritos no causan ningún síntoma. Sin embargo, cuando la infección por VPH no se cura, y dependiendo del tipo de virus involucrado, puede provocar desde verrugas genitales, hasta enfermedades graves, como diversos tipos de cáncer (cáncer cervical, de vulva, vagina y ano en mujeres, o cáncer de ano y pene en hombres).
Los tipos de virus 6 y 11 (de bajo riesgo oncológico), pueden presentar en un 90% de los casos los síntomas más característicos de dicha infección, es decir, las verrugas en las manos, los pies y los genitales, donde se las conoce también con el nombre de condiloma acuminado. Pueden aparecer semanas o meses después del contacto sexual con una pareja infectada.
Los tipos 16 y 18, son los responsables en un 70% de los casos de cáncer cervical.
La actividad transformadora del virus que permite el desarrollo y formación del tumor se debe a la acción de dos proteínas constitutivas llamadas oncoproteínas E6 y E7.
MÉTODO DE TRANSMISIÓN Y CONTAGIO:
Unos sesenta tipos de papilomavirus conocidos producen verrugas en áreas como las manos o los pies, y se transmiten persona a persona por contacto directo con estas lesiones. Los otros tipos de virus, alrededor de cuarenta serotipos, se transmiten sexualmente a través del contacto piel con piel, presentando afinidad por membranas mucosas del cuerpo, como las capas húmedas alrededor de las zonas anal y genital, transmitiéndose así mediante los fluidos corporales a través del coito y del sexo oral.
Entre los factores que aumentan el riesgo de infección encontramos:
Por otra parte, cabe mencionar que el tabaco aumenta el riesgo de que el VPH, en su modalidad de virus de alto riesgo oncológico, genere lesiones precancerosas.
Por las características del VPH y sus formas de contagio, casi todos los hombres y mujeres sexualmente activos contraen el virus en algún momento de su vida. Es posible que, en caso de presentar síntomas, se haga incluso años después de tener relaciones sexuales con una persona infectada, lo que dificulta saber cuándo se infectó.
PREVENCIÓN:
El uso correcto de los preservativos de látex reduce enormemente el riesgo de contagio, sin embargo no lo elimina.
Vacunas:
Las vacunas pueden proteger contra varios tipos de VPH, incluyendo los tipos 16 y 18 (tipos de virus de alto riesgo oncológico). Las vacunas contra el VPH se administran en tres inyecciones en un periodo de seis meses.
Se deben vacunar todos los niños y las niñas de 11 o 12 años, hombres hasta los 21 años y mujeres hasta los 26 si no se vacunaron a edades más tempranas. También se recomienda a todos los hombres que tengan relaciones sexuales con hombres hasta los 26 años y a todos los hombres y mujeres con el sistema inmunitario deprimido (incluidas las personas con el VIH/SIDA) hasta los 26 años, si no recibieron la vacuna completa cuando eran más jóvenes.
DIAGNÓSTICO:
El diagnóstico de la infección por VPH (virus del papiloma humano) se realiza con las siguientes pruebas:
TRATAMIENTO:
Como ya hemos visto en el apartado anterior, en la mayoría de casos, la infección con este tipo de virus no se produce ninguna patología sino que con el tiempo va desapareciendo y no precisa de intervención. El 70 % de las infecciones desaparecen en 1 año y el 90 % en 2 años. Sin embargo, cuando la infección persiste (entre el 5 y el 10 por ciento de las mujeres infectadas) existe el riesgo de desarrollar lesiones precancerosas en el cuello del útero (el cérvix). Este proceso de desarrollo lleva normalmente lleva 15 y 20 años, dejando así muchas oportunidades para la detección y el tratamiento de las lesiones precancerosas (con altas tasas de curación).
No existe tratamiento contra el virus mismo. No obstante, existen tratamientos para los problemas de salud relacionados con el VPH:
Aún así, las mujeres que se hacen de forma periódica la prueba del Test Cervical Papanicolau y tienen un seguimiento adecuado, pueden identificar mucho antes cualquier tipo de problema relacionado, por lo que la prevención es siempre preferible al tratamiento.
Para cualquier problema o duda al respecto, siempre es recomendable visitar a tu médico de cabecera o ginecólogo. Recuerda que en estos casos la prevención siempre es mejor que el tratamiento.
Para saber más (bibliografía):
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/hpv.html
http://www.cdc.gov/std/Spanish/STDFact-HPV-s.htm